5 Ways Summer Camp Helps Kids Build Independence - Brains & Motion

5 maneras en que los campamentos de verano ayudan a los niños a desarrollar su independencia

Por qué dejar que tu hijo asista al campamento es una de las mejores cosas que puedes hacer este verano

El verano es para disfrutar del sol, explorar y la dosis justa de "descubrir por uno mismo". Y para los niños, eso es más que un simple descanso de las clases: es una gran oportunidad de crecimiento.

En Brains & Motion, creemos que los campamentos de verano deben ser más que entretener. Deben inspirar a los niños a probar cosas nuevas, desarrollar su pensamiento y desarrollar su independencia de forma que perdure mucho después del verano.

Aquí hay 5 maneras en que los campamentos de verano de BAM! ayudan a los niños a ser más seguros, capaces y estar listos para enfrentarse al mundo (o al menos al próximo año escolar):

1. Toman decisiones y las asumen.

El campamento de verano les da a los niños libertad dentro de una estructura. En lugar de que les digan exactamente qué hacer y cómo todo el día, los campistas pueden elegir: ¿Construyo un robot o empiezo mi cuento? ¿Quiero ser el capitán del equipo o ayudar a organizar los materiales? Cuando se confía en los niños para que tomen estas decisiones, empiezan a verse como capaces de resolver problemas y colaboradores valiosos.

En los campamentos BAM!, creamos actividades basadas en la toma de decisiones para fomentar el pensamiento independiente. Ya sea diseñar un experimento científico o liderar un reto grupal, cada decisión es un paso hacia la autoconfianza.

2. Gestionan su tiempo (sin darse cuenta).

¿Una de las cosas más geniales del campamento? Los niños desarrollan habilidades de gestión del tiempo de forma natural, sin siquiera oír la frase "gestión del tiempo".

Aprenden rápidamente que el tiempo es limitado en el laboratorio de robótica o en la cancha de fútbol. Si quieren terminar su proyecto de ingeniería o jugar un partido más, necesitan concentrarse, estar al tanto de las transiciones y seguir el ritmo del campamento. Y lo hacen, porque les motiva la curiosidad y la diversión.

Ese sentido de motivación interna es lo que construye la verdadera independencia y perdura en ellos mucho más allá del verano.

3. Salen de su zona de confort.

El crecimiento no ocurre en la zona de confort. Por eso, el campamento de verano anima con delicadeza a los niños a tomar riesgos seguros y a probar algo nuevo cada día.

Para un campista, eso podría significar subir al escenario frente a otros en un campamento de artes escénicas. Para otro, podría ser programar un proyecto desde cero o unirse a un deporte de equipo por primera vez. Nuestros instructores, siempre dispuestos a apoyarlo, están capacitados para fomentar el esfuerzo por encima de la perfección y crear un espacio donde los errores formen parte del camino.

¿El resultado? Los niños se van sintiéndose más valientes y más independientes porque se desafiaron a sí mismos y descubrieron que son más resilientes de lo que creían.

4. Conocen nuevas personas y navegan en situaciones sociales.

En los campamentos BAM!, los niños conectan con compañeros de diferentes escuelas, barrios y orígenes. Al no tener círculos sociales definidos, aprenden a hacer nuevos amigos, a defender sus derechos, a colaborar con sus compañeros y a resolver pequeños desacuerdos sin la intervención de un adulto.

Estas son habilidades sociales prácticas que fomentan la independencia emocional: aprender a defender, escuchar, llegar a acuerdos y cooperar. Ya sea colaborando en un proyecto artístico o creando estrategias durante un juego, los campistas crecen social y emocionalmente con cada nueva conexión.

5. Experimentan el éxito porque lo intentaron.

Todos queremos que nuestros hijos se sientan exitosos, pero lo que es aún más poderoso es cuando se sienten exitosos porque se esforzaron.

En BAM!, el éxito no significa ser el mejor, sino presentarse, probar algo nuevo y aprender sobre la marcha. Ya sea que un campista finalmente logre resolver un problema de programación, logre su primer gol o presente su historia al grupo, cada logro se logra con esfuerzo y curiosidad.

¿Ese orgullo? Eso es independencia. Y dura mucho después de terminar el campamento.


Plante las semillas ahora para que crezcan en verano.

El campamento de verano no es solo una forma divertida de llenar el calendario (¡aunque sí, tenemos muchísima diversión!). Es una forma significativa de darle a tu hijo espacio para crecer, superarse y desarrollarse un poco más .

Cuando los dejes el lunes por la mañana, puede que estén nerviosos. ¿Pero el viernes por la tarde? Caminarán más erguidos, hablarán con más confianza y te mostrarán cuánto han crecido en tan solo unos días.

Y podrás decirles: "Sabía que podías hacerlo".

¿Está listo para ayudar a su hijo a desarrollar su independencia este verano? 

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